Un futuro con muchos erizos
Reportaje Árboles en peligro
La asociación A Morteira organiza, el 29 de febrero y el 1 de marzo en Villafranca, una nueva edición de las jornadas para la conservación de los bosques, en esta ocasión centrada en el castaño
V. Silván ponferrada
El castaño -o castanea sativa según su denominación científica- es un árbol de gran longevidad, de porte majestuoso, alto, con copa recogida y frondosa. Dicen que fueron los romanos quienes lo introdujeron en los bosques y tierras bercianas, hasta convertirlo siglos después en uno de los principales legados ambientales, económicos y culturales de la comarca y que, ahora, está en peligro. El progresivo abandono de las zonas rurales, enfermedades como el chancro y la falta de perspectivas económicas alrededor de su fruto y su madera están haciendo desaparecer los bosques de castaños, los conocidos popularmente como «soutos» y que han sido uno de los recursos tradicionales más importantes del Bierzo. Este será uno de los puntos que abordarán las Jornadas para la Conservación de los Bosques y Árboles Monumentales del Bierzo que, en su cuarta edición, se centrará en el futuro del castaño. La asociación A Morteira -que organiza estas jornadas en colaboración con la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa (Fgulem) y el Consejo Comarcal- pretende actualizar y poner en común todo el conocimiento del que dispone sobre la conservación y la gestión, tanto ambiental y económica como cultural, de este patrimonio. Asimismo, su objetivo es sensibilizar a la sociedad y a las administraciones sobre la necesidad de abordar y dar soluciones a este grave problema que amenaza al castaño. «El castaño está íntimamente ligado a la vida de nuestros pueblos desde tiempos inmemoriales. De estos bosques domésticos se obtenía todo, desde alimentos a leña, madera para la construcción de las cosas o útiles domésticos», apuntó Toño Nespral, miembro de la asociación. Las jornadas se celebrarán el 29 de febrero y el 1 de marzo en el teatro de Villafranca
La asociación A Morteira organiza, el 29 de febrero y el 1 de marzo en Villafranca, una nueva edición de las jornadas para la conservación de los bosques, en esta ocasión centrada en el castaño
V. Silván ponferrada
El castaño -o castanea sativa según su denominación científica- es un árbol de gran longevidad, de porte majestuoso, alto, con copa recogida y frondosa. Dicen que fueron los romanos quienes lo introdujeron en los bosques y tierras bercianas, hasta convertirlo siglos después en uno de los principales legados ambientales, económicos y culturales de la comarca y que, ahora, está en peligro. El progresivo abandono de las zonas rurales, enfermedades como el chancro y la falta de perspectivas económicas alrededor de su fruto y su madera están haciendo desaparecer los bosques de castaños, los conocidos popularmente como «soutos» y que han sido uno de los recursos tradicionales más importantes del Bierzo. Este será uno de los puntos que abordarán las Jornadas para la Conservación de los Bosques y Árboles Monumentales del Bierzo que, en su cuarta edición, se centrará en el futuro del castaño. La asociación A Morteira -que organiza estas jornadas en colaboración con la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa (Fgulem) y el Consejo Comarcal- pretende actualizar y poner en común todo el conocimiento del que dispone sobre la conservación y la gestión, tanto ambiental y económica como cultural, de este patrimonio. Asimismo, su objetivo es sensibilizar a la sociedad y a las administraciones sobre la necesidad de abordar y dar soluciones a este grave problema que amenaza al castaño. «El castaño está íntimamente ligado a la vida de nuestros pueblos desde tiempos inmemoriales. De estos bosques domésticos se obtenía todo, desde alimentos a leña, madera para la construcción de las cosas o útiles domésticos», apuntó Toño Nespral, miembro de la asociación. Las jornadas se celebrarán el 29 de febrero y el 1 de marzo en el teatro de Villafranca
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